Origen del Club de Tenis Altea

Ernesto Aguirre Ajuria, empresario  asentado en Madrid y alteano vocacional construyó un acogedor chalet de estilo vasco frente al Puerto Refugio de Altea. Un ministro del régimen de Franco, Joaquín Planell Riera, hizo lo propio en la partida de Cap Negret. Ambos alzaron sendos modestos frontones juntos a sus casas en la década de los cincuenta del XX. Allí rebotaron las pelotas a mano y pala.  En la villa de Altea había, en esa época, dos pistas de tenis. Una en el chalet o Casa Marín, propiedad del industrial textil valenciano  Francisco Marín, en el Pla de Castell. La otra se hallaba en la casa del alteano Francisco Martínez Orozco, conocida como finca  Albatalía,  cerca de la playa, junto a la desembocadura del río Algar, rodeado de cañizos. La vivienda unifamiliar disponía de una cancha de tenis sobre suelo de cemento y vallado  metálico. La cercanía con Martínez Orozco permitió que las mañanas o tardes dominicales un reducido grupo de aficionados alteanos (Luis Fuster, Mariano Gállego, Francisco Acha, Joaquín Pérez “Canasta”, Nicolás Borja, Mariano Pérez, José Luis Ortiz, Miguel Perles, José Mª.  Candela, José Alvado “Crispal”) accedían a la pista por la puerta lateral para iniciarse en la práctica del tenis, con más voluntad que técnica,  al hilo de los éxitos de Manolo Santana y la Copa Davis. Disponían de una sola pelota, ennegrecida por su desgaste. Cuando el esférico rebasaba el cercado del  recinto y caía en los cañizales que rodeaban la cancha, se detenía la partida, con jocosas maldiciones, y procedían a buscar la bola entre los carrizos.

Para poder practicar el tenis se solicitó a la Caja del Sureste de España un préstamo de quinientas pesetas (tres euros actuales). Con su importe se adquirieron en Alicante cuatro raquetas  con empuñadura y pala de madera y trenzado de  tripa de cerdo. Esos fueron los ya casi legendarios orígenes del Club de Tenis Altea. A la ilusión, esfuerzo y voluntad que aquellos hombres (de los que parte son ya memoria y recuerdo vívido),  se debe el impulso del tenis alteano.

Con su empuje, el último trimestre de 1968 se construyó una cancha  de cemento en la zona deportiva de Garganes, tras el gol norte del campo de futbol,  y  se  remodeló una caseta vestuario. Los partidos inaugurales tuvieron lugar en el primer trimestre de 1969 y disputaron el de dobles José Mª. Candela y Miguel Perles contra Luis Fuster y Mariano Gállego y en uno de los individuales contendieron José Mª. Candela contra Joaquín Pérez. Aconteció ello durante la alcaldía de Joaquín Pérez Montaner.

Traslado Social del Club

El auge del Club (ya federado, participando  en la Copa Federación con partidos contra los clubes de Orihuela, Jávea y  Monóvar y asistiendo a las asambleas federativas -una en Palma de Mallorca-),  fue tan vertiginosa que, con la aportación económica de dos centenares de alteanos, se iniciaron  las nuevas instalaciones del Club de Tenis Altea sobre terrenos adquiridos a  Carmen Sánchez-Cutillas Martínez y a  Nicolás Sendra, sitos la partida de Los Arcos, rodeados de naranjos y cercanos a los restos milenarios de un antiguo acueducto romano. Ocurrió en 1974. El Club contó inicialmente con cuatro pista de tierra, dos frontones, una piscina de verano, vestuarios y un modesto bar social. Fue el propio Joaquín Pérez Montaner el primer regidor local que cortó la cinta, acompañado del Presidente Luis Hernández Buj. Las instalaciones fueron bendecidas, al uso de la época, por el párroco Antonio Escrivá. De la redacción de los primeros estatutos sociales se encargó el jurista alteano Andrés Calvo Guardiola.

La falta de instalación eléctrica en las canchas  limitó durante algunos años su uso en horarios de invierno. Y el Club, modesto, no pasó de actividades sociales con escasa participación en torneos federativos. No obstante ello el crecimiento del Club y sus sección de Frontenis fue notable, singularmente en la temporada de verano, en la que llegaron incluso a celebrarse pases de moda.

Fue con la presidencia de  Miguel Lloret Gorgoll cuando  se instalaron  los primeros focos en las pistas y frontones. En 1997 con  la presidencia de Luis Morote y su Junta Directiva se asumió el reto de reformar las instalaciones de canchas y vestuarios, construir  una oficina, reorganizar la administración, mejorar la iluminación, instalar un restaurante, adaptar los estatutos sociales, firmar convenios de colaboración con el Ayuntamiento y CAIXALTEA,  ampliar las fichas federativas, incluyendo todas sus secciones masculinas y femeninas, y construir dos pistas de pádel aprovechando el espacio del inutilizado segundo frontón.

Desde aquella época el Club de Tenis Altea. ha ido mejorando periódicamente sus instalaciones deportivas y sociales. Con la presidencia y Junta Directiva de José Luis Afán se adquirieron nuevos terrenos aledaños sobre los que se construyeron tres pistas de tierra batida, valladas (2003). Durante la de Gaspar Noguera Borja se alzó una pista de pádel acristalada con gradas,  una sede social y  un gimnasio. La mejora y reforma de los vestuarios (dos pistas de pádel y una completa remodelación del restaurante) tuvo lugar con Deogracias Sánchez. Y con el actual Presidente, Miguel Ángel Guillén se han introducido racionales reformas en oficinas y salón social.

XXV Aniversario

El verano de 1999 el Club celebró su XXV Aniversario, que se festejó en sus instalaciones durante una nutrida velada a la que asistió el Presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, y el de la Federación Valenciana de Tenis y Vicepresidente de la Española, Joaquín García Ferrer, y el Alcalde de Altea, Miguel Ortiz Zaragoza.  Con ocasión de esa  velada se impusieron  insignias de plata a los socios fundadores.